El jazz es un estilo lleno de personalidad y muy técnico donde se mezcla la técnica del clásico el contemporáneo y el jazz.
A parte de ser inmensamente técnico no se debe de olvidar la gran importancia en la musicalidad e intención. Es tremendamente estético e implica a todo el cuerpo.
La mayor parte de la barra es en el suelo. Se practican giros, saltos y elasticidad. Por último se hace un trabajo coreográfico donde la interpretación y el estilo propio se hacen imprescindibles.
La letra y intención del tema son tan importantes como el ritmo para conseguir resultados coreográficos llenos de intención y plasticismo.