Movimiento, expresión y pasión. Así podemos definir lo que se siente al bailar los ritmos latinos. Una especialidad de baile que viene de Sudamérica y se traslada a todo el mundo para sumergirnos en un Universo de ritmo desenfrenado.
Desde la salsa, pasando por la bachata, hasta llegar al actual zumba. Una gran parte de los bailes latinos se realizan en pareja, mientras que las especialidades más nuevas son practicadas de manera individual o en grupo. Sea como sea, movemos todo el cuerpo casi sin darnos cuenta al pasarlo muy bien con estos ritmos, así que… ¡A bailar!
Tipos de bailes latinos
La milonga. Aunque nace en Uruguay, se extendió rápidamente hacia Buenos Aires. Se suele bailar en pareja y es bastante parecido al tango, es decir, encontraremos pasos marcados y estudiados.
El merengue. Es originario del Caribe, concretamente de la República Dominicana, donde llevan el ritmo en la sangre, y tiene algunos pasos que proceden de los países africanos que también han inspirado otro tipo de bailes latinos. En el merengue moveremos sobre todo las caderas y las piernas.
El tango. Elegante y sensual, el tango procede de Argentina y se baila siempre en pareja. Sus canciones suelen ser tristes y cargadas de dolor, por algún amor no conseguido. En el baile, es el hombre el que dirige y marca los pasos que va siguiendo la mujer. Cabeza alta, columna erguida y un movimiento de piernas y brazos inigualable.
La Samba. La samba es el baile de los carnavales que suelen hacerse en algunos países latinos, como Río de Janeiro, en Brasil. Se baila solo y se basa en mover las caderas rápidamente con la consecución de pasos en las piernas. Aunque parece fácil, realmente no lo es, pues cuesta bastante coordinar distintos movimientos.
En clase
La fiebre por los bailes latinos es algo de hace muchas décadas, cuando se pusieron de moda gracias a algunas películas y eventos donde se bailaban tales danzas. Actualmente, siguen siendo demandados y se mezclan con ritmos más nuevos. Las clases en grupo ayudan a que todos juntos aprendan pasos nuevamente. Para realizar las clases se necesita algo de entrenamiento previo, al gastar mucha energía y poderse lesionar con facilidad. Posteriormente, necesitaremos hidratación. Mientras, es importante hacer caso del instructor y seguir los movimientos siempre despacio para luego ir cogiendo ritmo de manera rápida. ¡Es todo un arte!