PROGRAMA DE FORMACIÓN JÓVENES ELEMENTAL II (14 A 17 AÑOS)

Danza clásica, contemporánea y danzas urbanas.

Estudios elementales de danza donde se realiza una sólida preparación en la técnica de la danza clásica, contemporánea y urbana.

Como centro educativo, en ASB ofrecemos esta formación que abarca desde la sensibilización hasta la práctica experta del movimiento, impulsando la danza a través del aprendizaje, la práctica y la vivencia.

Nuestro objetivo es acercar el aprendizaje de la danza a través de diferentes técnicas y disciplinas, atendiendo a las necesidades y procesos de aprendizaje del alumnado y ofreciendo una base sólida para la práctica de la danza a partir de dos aspectos fundamentales: acondicionamiento físico en armonía con el acompañamiento psíquico y emocional. Para conseguir estos objetivos apostamos por la investigación como herramienta de innovación en el ámbito pedagógico.

Dirigido a alumnos de entre 14-17 años con nivel inicial de danza contemporánea y clásica.

¿A QUIÉN VA DIRIGIDO?

Dirigido a alumnos de entre 14-17 años con nivel inicial de danza contemporánea y clásica.
Estudios elementales de danza donde se realiza una sólida preparación en la técnica de la danza clásica, contemporánea y urbana.

El programa

Con una duración de 10 meses, desde septiembre hasta finales de junio, el Programa de formación elemental 2 ofrece una formación integral en tres disciplinas fundamentales: danza clásica, danza contemporánea y danzas urbanas.
El enfoque pedagógico promueve el desarrollo progresivo de habilidades técnicas, expresivas y corporales, en un entorno estimulante y adaptado a la etapa de desarrollo de los alumnos. Este programa sienta las bases para futuros niveles de formación, asegurando una experiencia educativa sólida, dinámica y enriquecedora.

Materias

Objetivos

Conocer la nomenclatura básica de la danza.
Obtener conocimiento del cuerpo en movimiento y su desarrollo en las diferentes técnicas propuestas.
Conocimiento de las bases técnicas de las distintas técnicas de danza.
Desarrollar la coordinación, musicalidad y ritmo.
Promover actitudes de responsabilidad, compromiso y respeto dentro del proceso de formación artística.
Desarrollar la autoestima, la confianza y la expresión personal a través del movimiento.
Establecer las primeras metas personales como joven intérprete, fomentando la reflexión sobre el propio proceso de aprendizaje.
Impulsar el trabajo en equipo y la colaboración como parte fundamental de la práctica escénica.