• Mejorar la conciencia del cuerpo y de su dinámica.
• Conciencia de las malas posturas adquiridas para posteriormente encontrar la buena y correcta colocación.
• Trabajo del centro del cuerpo. Moverse a partir de él utilizando la fuerza necesaria para dar armonía y fluidez al movimiento (utilizar la respiración).
• Conciencia de cómo alinear el cuerpo para poder dar espacio a las articulaciones y liberar tensiones musculares innecesarias (trabajar sin forzar).
• Conciencia de la colocación de los brazos (alineación con espacio articular) y trabajo de las manos (sin tensión y con conciencia). Dibujo claro de los movimientos-direcciones.
En general, saber que a través de la conciencia de la dinámica del cuerpo, dentro de una buena colocación, podemos movernos con más eficacia y descubrir como utilizar nuestro propio potencial y utilizarlo correctamente.