Cómo bailar swing

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El swing es un baile norteamericano popularizado en los años 30 cuando los bailarines improvisaban pasos llamativos junto con los estilos musicales Ragtime, Jazz y también Dixieland. La comunidad afroamericana fue la principal precursora del ritmo y fue desarrollada principalmente en las ciudades de Chicago, Nueva Orleans y Nueva York.

El swing es el ritmo que se impone en la actualidad a pesar de que su origen fue en el siglo pasado. Las melodías alegres permiten que quienes deseen bailarlo lo hagan de manera inmediata al escuchar los primeros sonetos. Lo ideal es tomar clases de baile con profesores expertos en la materia y dejarse llevar por el ritmo, ya que de lo contrario, puede ser un proceso largo del cual no se obtendrán resultados óptimos.

Las ventajas de bailar swing periódicamente

Existen varios beneficios de bailar swing, entre los cuales se destacan:

  • Disminución del estrés.
  • Comunión con la pareja.
  • Fortalecimiento del sistema cardiovascular.
  • Combate el Alzheimer.
  • Ayuda al descenso de peso.
  • Es un antídoto natural contra la osteoporosis.

Los beneficios mencionados a priori son solamente algunas de las ventajas que otorga el baile a la salud. Además, al estar permanentemente en contacto con la gente previene la depresión a largo plazo.

Asimismo, mejora la flexibilidad, la fuerza y la resistencia de manera gradual. Justamente, a medida que el bailarín obtenga nuevos dotes de baile, mejorará también el estado general de todo su organismo: al mismo tiempo que se divierte puede ayudar a equilibrar su bienestar emocional, físico y mental.

Otra de las características que presentan la mayoría de los bailarines es que aumenta el nivel de energía. Al bajar los niveles de estrés y mejorar el bienestar general, el individuo tendrá las reservas de energías necesarias para enfrentar toda clase de problemas a diario.

¿Por qué bailar a pesar de los años?

Los adultos mayores pueden bailar para mantenerse vitales y sin ninguna clase de dolencia por falta de ejercitación. Debido a que es una actividad de bajo impacto, ya que es el propio individuo el que regula la intensidad de los movimientos, las probabilidades de lesionarse se reducen de modo significativo.

Muchos bailarines amateurs encuentran el baile la manera de mantenerse más jóvenes y radiantes. Descubren que cada vez que salen de una clase se sienten mucho más relajados, livianos, como si hubieran dejado una carga en el salón de baile. Al reducir las tensiones y preocupaciones al menos por unas horas, el organismo libera endorfinas, con lo cual la persona se siente mucho más feliz al salir de bailar que si hubiera recibido una suma importante de dinero. El baile se trata de una actividad de bajo costo y con un impacto muy beneficioso para la salud.

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