Originario de la República Dominicana, la Bachata es un ritmo bailable que resulta de la mezcla de diferentes músicas llegadas de todo el Caribe. Una combinación de son cubano, bolero rítmico y merengue que, junto al folclore local, sembraron el germen de un nuevo sonido musical. Sin embargo, este ritmo no tuvo entidad propia hasta los años ochenta del siglo XX cuando los medios de comunicación difundieron, por todo el mundo, las canciones de músicos como Juan Luis Guerra, obteniendo una gran aceptación. Actualmente está considerado un ritmo alegre que, como su propio nombre indica, no puede faltar en ninguna reunión social festiva.
Bailar Bachata
Para bailar el ritmo de la Bachata se ha compuesto un formato propio que comparte elementos con otros ritmos caribeños. Así, su baile se compone de una serie de pasos simples que producen un movimiento de adelante para atrás, o de costado a costado; y que siempre comienza con el pie izquierdo. Se trata de un baile de cuatro tiempos, en el que hay que encajar desplazamientos y vueltas, lo que requiere una gran compenetración con la pareja.
Muchos expertos coindicen al señalar que el trabajo de los bailarines de bachata debe desarrollarse teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
- Las rodillas deben permanecer ligeramente dobladas para facilitar que las caderas se balanceen con facilidad.
- Prestar atención a la posición correcta de la mano manteniendo un marco fuerte y evitando que se encorve. Esto es especialmente en el caso del bailarín que dirige.
- Practicar constantemente para que los movimientos fluyan con naturalidad.
- Mantener el contacto visual con tu pareja de baile.
Parte fundamental de este baile es la capacidad comunicativa de los bailarines. Las historias de sus canciones suele estar relacionado con el amor, lo que requiere que los intérpretes se dejen afectar por cuanto está sonando.
Aspecto sensual de la Bachata
La Bachata es un baile de gran sensualidad que, como en el resto de los ritmos del Caribe, requiere de un aspecto inmejorable por parte de los bailerines.
En el caso femenino, por ejemplo, es recomendable: recoger el pelo para que no moleste al girar y se pueda apreciar el gesto de la cara, maquillar el rostro de manera que destaquen los ojos, emplear un calzado flexible, que ajuste al pie y con tacón fino y alto. Auqnue lo habitual es ver a bailarinas con vestidos muy cortos y ceñidos, también es posible bailar bachata con pantalones. Se trata de prendas realizadas en telas flexibles y elásticas, que dejan entrever las piernas de las bailarinas, ajustados a cintura y caderas y con la botamanga ajustada al tobillo para evitar que se enrede en el tacón.
En el caso de los chicos, es necesario un zapato con agarre, suaves, de tacón bajo y que permitan el desplazamiento.
En ambos casos es necesario que el vestuario no entorpezca los movimientos -incluos los pasos más arriesgados- y que destaque aquellas partes del cuerpo que más se muevan. Ambos deben ir combinados en colores y complementos para hacer más atractivo el espectáculo.
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